Nuestra tranquilidad suele descansar en la tranquilidad de otro. Ver a Ares tranquila en el autocar, camino hacia una nueva excursión, consigue que nos relajemos, ilusionados ante un día que promete estar lleno de nuevas experiencias para ella y satisfacciones para nosotros.
A veces la felicidad reside en una imagen fija que destila tranquilidad. Nada más.
Put the internet to work for you.