Lo que seguro que no funciona es lo que no se hace. Con los niños hay que reinventarse y dar la vuelta a todos tus planteamientos hasta que encuentras lo que funciona.
Si esta entrada la escribiese Anabel Cornago diría que hay que tener un cerebro muy flexible y yo añado no solo hay que trabajar la flexibilidad con los niños, sino que somos los adultos los que tenemos que plantear con flexibilidad el proceso de investigación y adaptación de las estrategias y recursos visuales que pueden funcionar con un niño con TEA en cada momento y si no funciona se cambia: no pasa nada.
Fundamental: colaboración colegio casa, porque un solo cerebro normotípico no es suficiente para darle la vuelta a pensador visual es imprescindible que todos remen en el mismo sentido que la comunicación sea constante y fluida también en estos pequeños trucos estrategias y recursos.
via La Sonrisa de Arturo http://ift.tt/1qP0Os7
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