" Hay dos clases de hermanos : los que maduran juntos y el que madura gracias al otro "
No hay nada más placentero que ver como los hermanos están unidos por una conexión que salta barreras.
Muchas veces he escuchado que " los niños con TEA " no saben o no pueden empatizar.
La llegada de Paula cuando Guille aún tenía casi 4 años, fue muy bien recibida por su parte. Siempre estuvo pendiente de ella y nunca dejo de verla con una mirada dulce y protectora. A día de hoy ,Guille tiene 11 años y Paula 7 años, siguen teniendo esa conexión tan especial que deja afuera otro mito.
Paula tuvo el " don " de conseguir que Guille se dejará abrazar y de paso a dar besos y dejarse dar besos. Juegan juntos, ríen juntos y más de una vez Paula llegó a comentar que " quería tener autismo como su hermano "
En esta historia también hay peleas, pero lo cierto es que son mínimas. Paula ha conseguido aprender a respetar los momentos en los cuales Guille necesita estar solo.
Una vez más vuelvo a insistir que los niños no son de manual y que hay barreras que con paciencia y cariño se pueden desterrar.
via AUTISMO Y EDUCACIÓN http://ift.tt/1DRip8S
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