Seguramente todos los años esperas con ansias las noches de navidad y año nuevo para disfrutar entre otras cosas de los juegos artificiales y de las bombardas. Del ruido ensordecedor y las luces en el cielo que acompañaran tus abrazos y deseos de una feliz navidad y de un venturoso año nuevo.
Pero mientras eso pasa en tu hogar, en otros cientos de hogares hay un niño, adolescente o adulto con diversidad funcional (discapacidad) que llora, grita y hasta se auto-agrede. La razón es que la mayoría de ellos tienen un problema severo de procesamiento auditivo, es decir tienen dificultad para enfocar la fuente de los sonidos y de esa manera poder procesarlos o modularlos, entonces las sensaciones que nosotros percibimos como normales, ellos lo perciben con tal intensidad que les resulta intolerable, eso los asusta, les da pánico y hasta en algunos casos les duele.
En situaciones cotidianas los padres, familiares y profesionales solemos prevenir esas situaciones evitando exponerlos a los ruidos, (ejemplo usando tapones de oidos) o comunicándoles previamente la fuente y la razón del ruido al que se van a exponer. Pero en navidad y año nuevo esto es algo que no podemos hacer, porque no sabemos que tan estruendoso será el ruido, el tiempo al que estará expuesto y cuan cerca de nuestra casa será el estadillo. Entonces debemos pasar por aquello que se convierte en una de las situaciones más difíciles que debe afrontar una madre o un padre: ver sufrir y/o auto-agredirse a tu hijo y lo que es peor no poder hacer nada o muy poco para protegerlo.
Por otro lado también están nuestras mascotas (perros y gatos) que tienen sus sentidos más desarrollados, por lo que el ruido de las bombardas y fuegos artificiales los asusta provocándoles estrés, taquicardia y hasta náuseas. Muchos dueños recurren a tranquilizantes y somníferos, pero … y que de los perros y gatos callejeros que deambulan en las calles a su suerte y que además de estar expuestos al ruido también lo están a los residuos de los explosivos ya que ingerirlos les pueden causar serias intoxicaciones.
También están las aves, a quienes las fuertes explosiones les causan descontrol, sordera y hasta en casos más extremos la muerte, ya que el ruido y la luminosidad de las bombardas obligan a las aves migratorias y autóctonas a abandonar sus polluelos
Y no menos importante es la contaminación ambiental que causa este tipo de celebraciones. Se generan residuos y sustancias tóxicas que se acumulan y permanecen en el aire, en el suelo y el agua. Porque a parte de la pólvora, está el bario, el aluminio, el estroncio, el litio, el sulfuro de antimonio, cuyas reacciones químicas, generan los colores de los juegos artificiales, que a larga puede afectar tu salud y la de tus hijos.
Finalmente la mayoría de los pirotécnicos que se usan en países como el nuestro, provienen de actividades informales; donde las personas incluso los niños trabajan en condiciones peligrosas y sin los beneficios sociales establecidos en las leyes laborales y de seguridad y salud ocupacional.
Después de lo expuesto creo que existen motivos suficientes para que en estas fiestas digas NO A LA PIROTECNIA.
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